La suricata es un mamífero de la familia de la mangosta (Herpestidae), también es llamado “gato de roca” por los indígenas suajilis. La suricata es un pequeño mamífero, miembro de la familia de la mangosta, que habita principalmente la región del desierto de Kalahari y el Namib en África.
Características de las suricatas
Su cuerpo está cubierto con pelaje color beige y está salpicado de franjas más oscuras o más claras desde los hombros hasta la base de la cola. La zona ventral es escasa de pelo. El color del pelaje varía geográficamente. Pesa unos 720-731 gramos, y mide de 25 a 35 centímetros de longitud. El largo de la cola es de 17 a 25 centímetros.
La suricata manifiesta un comportamiento muy sociable y pasa su vida coexistiendo en grupos llamados clanes, en colonias subterráneas. Cada clan se compone de 10-30 individuos con un rol en específico. El puesto de vigía es uno de los más importantes; se encarga de alertar al clan sobre la llegada de intrusos a sus territorios. Mientras el centinela aguza la vista, las demás suricatas pueden jugar o acicalarse fuera de la madriguera, pero cuando se da el chillido de alerta todas las suricatas corren a esconderse dentro en segundos. Si la madriguera está muy lejos las suricatas se apresuran a entrar en hoyos provisionales o se yerguen nerviosas mirando el cielo hasta que pasa el peligro. De entrada, estos animales temen a todos los objetos del cielo, así que se alarman cuando los aviones pasan encima de sus áreas de distribución.
Su alimentación es sumamente variada, pasando desde insectos como arañas, gusanos, escorpiones, orugas, caracoles, hasta ser algo carnívoros capturando algunos reptiles, pajaritos o roedores. Cuando están en cautiverio pueden comer desde carne de vaca, de pollo, de conejo, hasta ratones, pollitos, semillas de sandía, insectos y gusanos. Es capaz de consumir escorpiones gracias a su inmunidad al veneno de estas especies. Necesitan buscar comida constantemente, puesto que carecen de depósitos de grasa en sus cuerpos delgados.